En la enseñanza tradicionalista de la historia nuestro rol como docente era el de transmisor de conocimientos, utilizábamos como técnica de enseñanza el discurso oral, el cuestionario, resúmenes, dictado, exposición, narración, subrayados de texto, lectura colectiva o individual y en escasas ocasiones la construcción de la línea del tiempo.
En este tipo de enseñanza se daba netamente una clase explicativa sin tomar en cuenta el conocimiento del alumno pues considerabamos importante que el alumno memorizara fechas y los nombres de personajes que han participado en fechas históricas en nuestro país. De esta manera convertimos al alumno en receptor y acumalador de conocimientos.
Esta forma de enseñanza la hemos puesto en práctica debido a que quizá fue una manera en la que nosotros aprendimos Historia durante nuestra etapa de estudiante.
